domingo, 22 de septiembre de 2013

TODOS CON AARON

Hoy voy a dividir esta entrada en dos partes, una quiero hablar de Aaron y la otra no tan importante hoy, mi carrera.

Aaron a los 8 meses de nacer le diagnosticaron sindrome de Pearson, una enfermedad rara, que afecta al sistema locomotor y al cerebro, esto le impide llevar una vida normal. En España solo hay dos niños que sufran esta enfermedad, Aaron y otro niño de Madrid. Hoy en día no tiene ni cura, ni tratamiento conocido, lo que ha hecho que los padres del niño, que residen en el barrio Rosales del Canal, se hayan lanzado a una campaña de recogida de fondos para financiar una investigación.


Han preparado una colecta de teléfonos móviles usados, los beneficios irán destinados a  la Asociación de Enfermos de Patologias Mitocoondriales, la única que investiga esta extraña afección.


Cada dia para sus padres es diferente, los viajes al hospital ya se han convertido en rutina. Al ser una enfermedad rara tienen que tener mayor cuidado como con un  simple catarro o infección común.
Un gran ejemplo es que con dos años ha recibido  ya una veintena de transfusiones.
Ellos agradecen el buen trato que están recibiendo por la sanidad publica, pero los recortes han afectado a los estudios que se habían iniciado.
Ante esto, la Asociación del barrio, Rosales del Canal y todos los vecinos del barrio, nos hemos volcado con diferentes campañas para colaborar con el mayor presupuesto que haga posible una investigación que ponga un poco de luz sobre este síndrome.

No solo la recogida de telefonos moviles, todos los domingos en el bar La Cazuelita de Rosales del Canal podréis comer por un simbolico precio.

Hoy se ha celebrado una carrera solidaria de 5 kilometros, con la participación de 450 corredores mas la fila 0 que han llegado a la cantidad de 3700€ recaudados.
El barrio va a seguir colaborando, porque queremos ayudar a estos padres, que cada día luchan porque su hijo sonría como hoy lo ha hecho con todos nosotros.

Lo que ha sido la carrera, transcurría por parte del recorrido que entreno muchos días, camino por la ribera del canal y vuelta al barrio por un camino pegado al carril bici desde  la cooperativa de taxis, subiendo por el colegio de Rosales del Canal.
El objetivo ya estaba realizado antes de salir, colaborar con Aaron, después de seis meses entrenando para larga distancia no sabia como me iba a ir en una distancia corta y explosiva como son estas carreras cortas.

En principio iba a disfrutar de la carrera y en un entorno de amigos, como los corredores del ebro que siempre están representando a su club.
Y hoy con mi gran amigo Alfonso, que tiene merito lo suyo. Saca un hueco en el poco descanso que tiene en los fines de semana por su negocio en la hostelería, para disfrutar de las carreras populares.
Ya os confirmo que ha sudado bien la camiseta. Animo Alfonso sigue siendo igual de luchador.

Como pasa a veces, al ponernos en el arco de salida y con un dorsal pinchado, entra ese gusanillo competitivo y de superación de uno mismo hacia nuestras marcas. Yo ni debía, ni estaba en condiciones de salir a tope. ¿Por qué?, por que muscularmente no creo que este recuperado de la ultima y tampoco he entrenado para ir a un alto nivel en pulso.  Pues a la salida me he retenido un poco, pero pasando el primer kilómetro, he incrementado y según pasaban los kilómetros iba avanzando motivado por que iba adelantando, otros bajaban el ritmo por salir tan rápidos, hasta llegar a estar en el séptimo puesto, en ese momento se pegaba a mi el que iba sexto y juntos hemos realizado dos kilómetros, los tirones que daba y los sube bajas han hecho que se quedase. Así y pegado el ultimo tirón, que era en subida y ha hecho que me asegurase la sexta plaza con un tiempo de 17 minutos 57 segundos.


Sensaciones,, las piernas muy bien y el corazón imagino que a partir del kilómetro dos al máximo. No suelo ponerme pulsometro en este tipo de carreras, el cuerpo es el que decide si mas o menos.
Contento con el resultado, pero mas contento con la participación, todos hemos ganado esta carrera y hemos ayudado al pequeño Aaron.

Ahora dos semanas para el trail de Guara, no tengo mucho tiempo para entrenar, así que iremos con la renta de estos seis meses atrás y a ver como nos comportamos en una distancia larga en el pirineo.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

CIERRE DE TEMPORADA

No suelo ni empezar, ni acabar temporada, hago deporte que es lo que me gusta y no planifico temporadas.
Esta vez he decidido que sí, este año he acumulado bastantes kilómetros y he invertido mucho tiempo en la carrera. Creo que se merece un buen descanso de impactos mi cuerpo y se lo voy dar.

Aun recuerdo para principios de año, que como entrenamiento, realizábamos un buen grupo de amigos la bajada del canal. Casi nada unos ochenta kilómetros.

 

En ese mismo mes, para marzo daba a conocer el que seria mi reto del 2013, desde entonces entrenaria seis días a la semana durante seis meses.

Para abril realizaba la jorgeada, junto con Ricardo. Zaragoza-Huesca otra tirada de unos ochenta kilómetros.

Jorgeada   

En abril también otra prueba algo mas competitiva de dieciséis kilómetros, con algo mas de desnivel, subida a Rodanas.

                                      
                                                                  Subida a Rodanas
Después empece aprovechando alguna de las carreras por el pirineo y prepirineo, para ir ganando desnivel.



                                                                            Boltaña
                                                                            Luesia


Y ya en el mes de junio, llegaba la TMT, carrera fija en mi calendario. Una carrera con la distancia de cincuenta kilómetros, con terrenos algo exigentes, aunque se realice muy cerca de Zaragoza.
 En ese momento y cuando llevaba tres meses de duros entrenamientos, me encontraba en uno de mis mejores estados de forma, entonces,  el cuerpo me dio señales de que debía regular. Deje unos días de lado los impacto y me dedique mas a la bicicleta y algo de natación. 
Una vez que pude volver a retomar los entrenamientos, volvía con la misma carga y acumulo de kilómetros semanales, con el objetivo de mi ultra personal.
Desde entonces no me puse ningún dorsal, me dedicaba a entrenar y asimilar los entrenamientos. 
Estos entrenamientos, sacando la media de kilómetros semanales durante los seis meses, han hecho que supere los dos mil kilómetros.

Pues bien, una vez realizado mi objetivo del año, el cual todos habéis seguido y no me cansare de agradecerlo. Quiero acabar como en principio me propuse, corriendo una ultra trail en los pirineos. 

Ayer me puse en contacto con la organización del Ultra Trail de Guara, carrera de 98 kilómetros que trascurren por la sierra de guara, con un desnivel positivo de 5000mts.
Aun estando a muy pocos días de la carrera y con las inscripciones rozando al limite, me contestaron como que estaba inscrito.
Deje que ese correo, fuese el que dijese si, o no, a ir a esa carrera. Es en diecisiete días, no se si andaré recuperado al 100% pero quiero vaciar todos los entrenamientos durante estos meses.

Espero que lo que me ha respetado hasta ahora, me respete hasta ese día, después le daremos un mes de descanso al cuerpo y a las zapatillas.

También he decidido que este año no haré la maratón de Zaragoza, he realizado todas desde que se hizo la primera, me va hacer duelo no hacerla, pero también es verdad que gastarme cuarenta y cinco euros por sumar otra mas, en estos momentos no me parece lo adecuado.

Así que amigos maratonianos, suerte y espero que todos cumpláis vuestro objetivo.

Y para los amigos que vais a subir a Guara, como David, Miguel, Patxi, Toni, Franc y Marcos alli nos veremos.






                                                               


domingo, 15 de septiembre de 2013

CREERSELO

Voy aprovechar esta entrada, ahora que llega la maratón de Zaragoza y se suele coincidir en las mismas dudas.
¿A que liebre seguir?, ¿que ritmo llevar?, ¿saldre rapido?, saldre reservando?. Todos nos hacemos estas preguntas.
Cuando uno prepara una maratón , que de normal viene a ser unas doce semanas, nos marcamos un objetivo y sobre ese objetivo entrenamos.
Según van pasando las semanas, iremos viendo si hemos elegido el objetivo adecuado, o, estamos para un mejor objetivo, o, peor objetivo. En eso se basan las doce semanas, educarnos al día de la competición.

Yo hasta este año pasado solo preparaba la maratón, el resto de carreras las corría, yo mismo decidía el objetivo. Siempre algo menor que mis posibilidades.

Cuando decidí hace dos años probar el triatlon, aprendí dos cosas, una que no se me da bien nadar y la otra que hay que creérselo.
                                

Como he dicho antes, iba a las pruebas y ya me marcaba antes de salir. Un ejemplo es en las medias maratones, ¿como yo voy a bajar de una hora y media?, pues no bajaba. Voy a salir reservando y luego cambio. Al cambiar al final, encontraba unas sensaciones de que lo había dado todo, pero no era así.

Desde entonces cambie mi manera de pensar, la cual me ha hecho bajar mis marcas con diferencia y conseguir retos impensables.

Para quien quiera cogerlo voy a dar un consejo:
Cuando estés en el arco de salida, piensa que estas preparado para ese objetivo, que has entrenado para ello, que solo queda dar la suma de los entrenamientos, es el día fácil, lo difícil ha sido el día a día de los entrenamientos y lo has superado, pregúntate a ti mismo ¿no voy a superar esto yo?.
Con esto parte del objetivo lo tienes hecho.

En carrera olvídate del reloj, del pulso, sigue tu liebre y sino te ves cómodo, haz tu carrera, te recuerdo que estas entrenado para ello.

Observa mi muñeca en esta foto, nada de nada. Salia con Martin Fiz y fui con la idea de que no me separaría de él, había entrenado y podía ir a ese ritmo. Conseguí mi mejor marca, hoy se que si entreno, esa marca podre bajarla.

Con esto solo quiero ayudar a quien tenga algo de dudas, no tengas miedo, ademas sino sale, hay otras.
Sal desde el principio al ritmo que marque tu objetivo, es normal que te cueste al principio, pero el cuerpo ira asimilando ese ritmo y kilómetro tras kilómetro iras encontrando tus buenas sensaciones.

Suerte amigos.







CAMINO A CIMBALLA

El viernes día seis decido guardar fiesta y así poder preparar todo con mas tranquilidad. Esta carrera era diferente, era mi carrera, mi reto, mi proyecto, mi sueño, mi ilusión y la ilusión de muchos.

Empiezo sacando todo lo que creo que debo llevar, aun no había preparado nada los días de antes, muy mal por mi parte.



















Una vez recogido todo, lo dejo preparado para llevarlo conmigo a la entrevista de Aragon en abierto. Me grababan a las 19h en la Plaza del Pilar, eso haría que me desplazase allí y vuelta a casa hasta la hora de salida.

Ceno a las ocho de la noche pero sin abusar, no quiero que el estomago me moleste en ningún momento. Intento descansar, pero como me ha pasado en la siesta, no puedo, la ansiedad de salir no me deja dormir.
A falta de hora y media vuelvo a comer, esta vez un plátano y una nectarina.
Llegan las once, hora de quedada con Noe, sera junto con Victor los que pueblo a pueblo estarán haciendo fotos y como furgo de asistencia.

Llegada a la plaza del Pilar, el tiempo de momento me respeta, pero no lo tengo claro que vaya a ser así todo el camino.
Primera sorpresa e inyección de motivación. Mi familia se había desplazado para animarme y desearme suerte, ¡uf! ya empezamos con las emociones, que bonito.
También amigos estaban allí, algunos para correr a mi lado algún kilómetro y otros para dar ánimos. Ahora si que los nervios están al máximo, la que estoy preparando.



















Hablamos un rato y cuando se oye las campanas del Pilar, ni me lo pienso dos veces, salgo a correr. Tenia ganas, confiaba que iba muy bien preparado y eso me hacia muy seguro de mi mismo.

Voy por calle Alfonso y Paseo Independencia, calles que estaban muy animadas por la hora que era, la juventud nos iba animando.  Seguimos por Fernando El Catolico  hasta llegar a la puerta principal del parque Jose Antonio Labordeta, aqui nos deja David, que venia directo de trabajar y después Javi, que sino me equivoco también venia de trabajar. De ahí dirección el canal, fuimos en busca del camino Fuente de la Junquera-Cuarte.
No llevaba ni cinco kilómetros, cuando me di cuenta que había cometido un fallo, mochila muy cargada. Salia con un peso en la mochila de seis kilos y medio, era mucho peso y lo notaba bastante, pero como había dudas del tiempo, llevaba mallas largas, algo mas de ropa y comida para no pasar hambre.
Al inicio de Cuarte se queda Rodrigo, Victor y Carlos, al final del pueblo mi hermano,Angel y Roberto. Me quedaba sin bomberos, que parece que no, pero uno va mas seguro.
En Cuarte estaba Juanlu esperando a que pasase para darme ánimos, gracias Juanlu.
Pasamos por Santa Fe dirección Cadrete, estaban en fiestas, alguno ya insinuó tomar una copilla.
En Cadrete se quedaban Miguel Angel, Gonzalo, Victor y Marcos. Buena compañía, quisieron perder un rato de sueño por estar a mi lado en esto. Como se agradece.
Me voy dirección Maria con Esteban y en bicicleta, Antonio y Sergio. Esteban que ha venido entrenando muchas mañanas madrugadoras conmigo. Agradezco sus madrugones, los días que no apetece salir te ayuda quedar con otra persona.
En Maria vuelvo a tener visita, Juango compañero de trabajo y una amistad que nos une, hizo un esfuerzo en la noche para estar en un camino iluminándose con las luces del coche, esperando mi llegada. Saludos, risas, foto y continuamos.
Me encontraba bien, aunque la noche de humedad que hacia, iba totalmente empapado, camiseta y pantalón. Seguía preocupado por el peso de la mochila, que también tendría que ver de mis sudadas. Un poco antes de llegar a Botorrita kilometro veinticinco mas o menos, recibo una llamada, es el pueblo. Están en la plaza disfrutando de las fiestas y deciden parar la música y ponerse en contacto conmigo, me pusieron en directo con todos del pueblo, para mi eso fue otro subidon, estaban pendientes de todo esto, empezaba a intuir que esto iba a quedar bonito y emotivo.
Pasamos Botorrita y  después de callejear, fuimos en busca del campo de futbol. A partir de aquí ya se empieza a notar que hay barro, pero no llego a preocuparme, me preocupa que lo pasan mal con  la bici. Después de alguna duda en el camino, encaramos el bueno y directos a Muel.
Muel seria mi primera parada y como primer objetivo, nunca pensaba mas allá.
En Muel ya estaría Patxi, para correr conmigo, el cual le daría el relevo a Esteban. Antonio continuaría en bicicleta y a él se uniría  mi hermano y Alfonso.


















Es en Muel donde decido quitarme comida y ropa de la mochila, parece que el cielo esta despejado, arriesgo a que si me llueve, no llevare otra ropa para cambiarme, ni abrigarme.
Otra visita, esta vez Roberto con su chica, también estuvieron casi una hora esperando mi llegada, aprovecho para llenar botellines, beber algo mas de agua en la fuente y primer premio para mi cuerpo, una barrita de chocolate.

Son las tres de la mañana , todo sobre lo previsto. Según voy sumando kilómetros me voy encontrando mejor.
Aquí se hacen el relevo los que quisieron acompañarme a esta bonita experiencia. Saludos, despedidas y continuamos.


Salimos de Muel, imaginaros como se siente uno cuando adelgaza un par de kilos, pues así me sentía yo, una vez quitado algo de la mochila. 
Vamos por detrás de la cementera en busca de las vías del tren, este camino es casi llano, picando un pelin hacia arriba, pero con buen camino para correr. La cosa se complica, cuando decido alargar lo máximo posible por el lado de la vía, otra cosa que he aprendido, nada de probar caminos diferentes y menos de noche. El camino que decidí continuar, nos llevo a una finca y no era posible pasar al otro lado de la vía. Así que nos toco vuelta a buscar el paso anterior de la vía, esto sumaria unos tres kilómetros a los ciento veinte.
Pasamos al otro lado de la vía para continuar corriendo por un camino al lado de la carretera, hasta coger el túnel que cruzaríamos carretera y autovía. Todo este tramo, hasta casi Longares se complico bastante, por el barro en los caminos. Yo lo llevaba bastante bien, al pasar algún charco grande, lo hacia andando  y por un lado. El problema lo tenían mas las bicicletas, el barro les hacia pasar un mal rato.
Una vez cogemos el camino pegado a la autovía dirección Cariñena, evitamos el problema del barro. Aqui sobre las cinco de la mañana vuelve a llamarme el pueblo, me animan y me esperan a la llegada.
Ya entrando en Cariñena, con 55 kilómetros y las seis de la mañana, aparece otra sorpresa, Ricardo y Raul.
Ricardo que lo esperaba en Manchones para hacer los últimos 32 kilómetros, me quiso dar una sorpresa que me acompañaría los 70 kilómetros que quedaban, alucinante el apoyo que me dio. Y ya solo faltaba que mi amigo Raul me dijese que se enganchaba a correr, pero eso si que no. Ahora, el madrugon se lo dio, para estar pueblo a pueblo hasta la llegada animándome.
Nos vamos dirección Encinacorba, quedan ocho kilómetros, algo mas picados hacia arriba, una vez lleguemos allí habrá amanecido. Mi hermano decide dejar la bicicleta escondida y ponerse a correr, yo venia avisando que esto para ir haciéndolo en bicicleta es durillo. Ademas que mi hermano es mas de correr, es de los galgos. 
Llegamos a Encinacorba,  sesenta y tres kilómetros las siete de la mañana y otra sorpresa a la llegada, Casanova, compañero de trabajo, ahí estaba con la bicicleta para acompañarme en la gran subida que me esperaba y ademas se une un amigo suyo que corre por esta zona, quería vivir esta experiencia con nosotros. Aquí me despedía de Alfonso y mi hermano, Alfonso que le quedaría poco tiempo para descansar y volver a currar y mi hermano que bajaba a por la familia para después volver a enlazar en la parte final.
Salimos de Encinacorba, por donde deberiamos subir, solo se veía niebla, pero según subíamos se iba despejando. Nada mas salir ya se empieza a subir y poco a poco vamos cogiendo desnivel. Me sigo encontrando muy bien. Cuando entrenaba por esta zona, pensaba que toda la cuesta la tendría que hacer andando, pero no fue así y los pocos tramos que andamos, era en los puntos que mas desnivel  había, reservando por lo que quedaba.
Una vez arriba, tenia sensaciones de que ya me había quitado una de las partes mas duras, ahora tocaba bajar y lanzarme como hace días no hacia. Ni yo me creía que pudiese bajar a los ritmos que bajaba, después de casi setenta kilómetros en las piernas.
La primera parte de la bajada la hicimos con cuidado, era todo piedra suelta y bastante humedecida, no era cuestión de tocar suelo. Cuando llegamos a la pista,  aprovechamos para ir avanzando kilómetros a buen ritmo. El ritmo bajando era rápido y hasta Torralbilla era casi todo bajada.  
En la foto anterior, a nuestras espaldas, se puede apreciar de donde bajábamos. A partir de aquí y hasta Manchones, es donde mas me preocupaba si hubiese llovido, pero no había caído ni gota. Camino libre para correr.
En Torralbilla aparecio Iker para hacer alguna foto y saludarme.
Vuelvo a rellenar los bidones, otra barrita de chocolate para endulzar, un gel y camino hacia Manchones.
LLevaba setenta y ocho kilometros y las 9:30 de la mañana , a partir de aquí me esperaba un tramo algo aburrido, era casi llano, menos al final que se endurecía con una subida bastante pendiente y luego una bajada hasta el pueblo de Manchones.
A la mente se le educa y a las piernas se les entrena, si llevaba en mente que se me iba hacer aburrido y eso que no seria por ir solo, porque compañía no me faltaba. Empece a tener algo de sueño, sí, corriendo y sueño a la vez, aunque parezca raro es posible. Aproveche para tomar un gel que llevaban cafeína, para ver si me despejaba. Algo de efecto hizo, pero la llanura que se apreciaba al horizonte, seguía haciendo aburrido el recorrido, fueron unos diez kilómetros, por el kilómetro ochenta, parece que me había despejado pero empezaba aburrirme de correr, curioso pero tenia esa sensación, también miraba el reloj y el ritmo era a cinco treinta el kilómetro, no conseguía ir mas lento, para reducir el ritmo tenia que andar. Así pase los kilómetros, alternando, siempre quería ir reservando algo, me desorientaba que con mas de ochenta kilómetros en las piernas, pudiese mantener ese ritmo y hasta ir algo mas rápido. Ya me dio que pensar, que si acababa bien este reto, debería poner mi experiencia y entrenamientos en alguna competición (¿guara?).
Ya casi llegando a Manchones como he nombrado antes, subí una pendiente subida para después bajar bien en picado al pueblo.

Llevaba noventa y un kilómetros, diez horas y cuarenta y cinco minutos, al llegar a Manchones me sonó el teléfono, era mi padre preguntando como iba todo. Pues bien, le contesto, aun quedando treinta y dos kilómetros y subir al segundo punto mas alto del recorrido, ya le confirmaba que estaría en Cimballa a las cuatro, que haría tiempo, que lo que quedaba lo iba a disfrutar muy tranquilo. Se preocupaba por mis pies, repitiéndome que sino me molestaba nada. Pues nada de nada, ni en el kilómetro noventa, ni en el ciento veinte. 
Aunque me desvié un poco, aprovecho para aconsejar las ultra raptor de la sportiva.
Aquí hago una parada y me alimento bien, quedaban unos doce kilómetros al alto de Cubel, donde pasaría por un tramo de unos dos kilómetros de monte.



En este punto nos deja Iker, bonito detalle desplazarse desde Zaragoza para estar un rato con nosotros y hacer unas fotos para el recuerdo. 
También nos deja Casanova, que para acompañarnos unos kilómetros, se hizo treinta y siete y tenia que volver, agradezco el madrugon que se pego para compartir este momento con nosotros. Antonio se quedaba a descansar para enlazar en  el tramo final.
Asi que con la compañía de Ricardo afrontaría la ultima subida de unos quinientos metros positivos al alto de Cubel.
En la parte izquierda de arriba de la foto se aprecia la subida que nos esperaba, lo que no esperaba, era que nos fuésemos a cruzar con Gonzalo, otro amigo que daba la sorpresa y este ademas en una de las partes mas complicadas para ir en bicicleta.
Llegado al kilómetro cien,se merecía una foto, era la primera vez que iba a superar esa distancia, las sensaciones seguían siendo las mismas, me sorprendía como estaba respondiendo mi cuerpo. Estaba disfrutando en todo momento, no me encontraba ni muros, ni pájaras, ni nada de nada, solo sensaciones buenas.

Continuamos subiendo, una vez superado el alto, nos esperaban Noe, Victor, Raul y Antonio que estaba "off" , en el coche. 
Se merecía un descanso, el viernes a las cinco y media de la mañana salia a entrenar con su grupeta de madrugadores, se fue a trabajar, trabaja de repartidor y a las doce de la noche estaba con unos doscientos kilómetros de experiencia en bicicleta, para acompañarme y alegrar el camino. Que grande Antonio  "Torito".

No voy a dejar de nombrar a Gitana y Biela, que fueron participes también en este día.
Si en Manchones lo veia claro, en el alto de Cubel lo veia mas, quedaban unos ocho kilómetros, casi todo bajada y llegaríamos a Cubel, donde haría la ultima parada con descanso para llegar a las cuatro de la tarde a Cimballa.
Ciento diez kilómetros, catorce horas desde que salia de Zaragoza, aproveche en Cubel para parar y pasar un buen rato, con los que me estaban esperando allí. Mi hermano, Noe, Victor, Raul, Antonio, Gonzalo y Carlos que se había desplazado desde Zaragoza para correr los últimos kilómetros. Y como sorpresa final aparecen Rodrigo y Sergio para darme la enhorabuena antes de llegar, ya que no podían estar en la llegada.
Aun quedaban momentos para recordar alguna de las pruebas que me hicieron pasar buenos ratos en los seis meses de preparación.
Después de unas risas y de alimentarnos algo salimos a por los últimos trece kilómetros, imaginaros como fueron, un sueño que llevaba tiempo en mente estaba llegando a su final con un resultado muy positivo.
Me acompañaban Ricardo, Antonio, Carlos y mi hermano. Aun en este tramo, la emoción y las ganas de llegar me ponían a ritmos impensables, con un pulso no muy alto. Últimos repechos alguna bajada y a falta de dos kilómetros, allí estaban amigas y amigos de Cimballa junto a mi mujer esperándome. Querían vivir conmigo la llegada, darme fuerzas y ánimos los últimos metros.
Abrazos, felicitaciones, foto y para Cimballa. Se les veía nerviosos, con mucha alegría, estaban viviendo lo que yo estaba viviendo, emoción. 
Llego al pueblo entrando por la casa de mis abuelos, calle del Santisimo Misterio, se ve toda calle que va a la plaza con gente, bastante gente.


Aguanto como puedo la emoción, cuando se ensancha la calle, se aprecia bien que esta todo el pueblo en la calle, alucinado. Lanzan cohetes a mi llegada, la banda de música empieza a tocar, me uno a ellos bajando la calle corriendo a ritmo de música. Sin palabras, solo pienso, madre la que se ha preparado, no podía tener mejor regalo, ni uno de los mejores podium superaría esto. Ya no me acordaba que llevaba ciento veintitrés kilómetros, ni dieciséis horas desde que salia. La gente estaba emocionada a mi llegada, eso decía que mi trabajo de seis meses había dado un buen resultado. 
Estaba emocionado, contento de como iba a homenajear a mi abuelo, quería dejar una huella en Cimballa, creo que lo hice y no solo eso, el pueblo, la gente, mi familia y amigos dejaban una huella en mí.
Paramos en la plaza de arriba, felicitaciones, abrazos, fotos y un recuerdo de este día. Mi familia me entregaba un cuadro familiar, agradeciéndome el haber podido pasar estos momentos conmigo y recordar a nuestro abuelo.

Hoy después de siete días, sigo recordando todos los momentos vividos, desde la salida hasta el pueblo. Si vengo diciendo que me sorprendía como había respondido mi cuerpo, ahora lo entiendo cuando leo mi crónica. El objetivo de esto, eran un conjunto de ilusiones. Cada kilómetro que superaba, las ilusiones se iban consiguiendo, como decía desde que empece esto, no corría solo, por ello mi reto lo llame, "Yo corro por ti". Estos ciento veintitrés kilómetros los corría con la mente, las piernas corrieron durante los seis meses de preparación. El sábado corríamos todos, todos que confiasteis en mi.



Yayo la gente del pueblo salio a la calle, parte de ello es por ti.

Texto que quedo escrito en la placa que sera el recuerdo al homenaje de mi abuelo:

Hoy 07-Septiembre-2013 en homenaje a ti, abuelo, he unido El Pilar de Zaragoza con tu pueblo natal Cimballa, corriendo por caminos la distancia de 120 kilómetros. Y todo por el gran cariño que me diste y valentía que demostraste hasta el ultimo día. Tanto hijos, nietos y biznietos formamos parte de esto. Siempre estarás con nosotros.

Ahora muchos me preguntáis, ¿y ahora que?, pues yo me pregunto lo mismo. Esta semana también me apetecía que llegase, no tenia que buscar hueco para correr, ni mirar lo que me tocaba comer. Sin objetivo alguno, pues ya ha pasado la semana y ya volvemos a pensar.
El lunes saldré a trotar treinta minutos y poco a poco iré aumentando. El domingo volveré ha colocarme un dorsal, este ademas para colaborar con Aaron, un niño de mi barrio con una enfermedad, hoy en día desconocida, después ya sera para otra entrada del blog.

Seguiré haciendo alguna entrada mas en relación al reto, un resumen de los seis meses y el seguimiento de lo recaudado y obras a realizar en el cementerio.

Agradecer de nuevo a todos que habéis seguido esto, hicimos un día especial.

Os dejo los enlaces de todas fotos y video: